miércoles, 21 de agosto de 2013

Origen de la expresión "Saber lo que vale un peine"

Empleamos este uso como aviso o amenaza a alguien sobre las consecuencias de una acción. Por ejemplo: "Como no te comas las espinacas vas a saber lo que vale un peine". También empleada como "enterarse de lo que vale un peine".

Representación de la tortura
de 7 mujeres devotas a San Blas
El origen de la expresión se basa en la semejanza de ciertos objetos con el conocido "peine", del que se tienen pruebas gráficas de su existencia desde la prehistoria.
Uno de dichos objetos, que forma parte de una de las teorías de la procedencia de esta expresión, se refiere a "peine" como elemento de tortura usado en los albores de la edad media, el cual poseía unas púas de acero y servía para desollar, produciendo unas heridas terribles, que, tras un sufrimiento indescriptible y duradero, ocasionaban la muerte.

Otra de las teorías más plausibles o complementarias de la primera, nos llevan a los primeros cargadores de los fusiles, los cuales estaban compuestos de una pieza metálica que contenía proyectiles, también llamados "peines" por su semejanza con dicho elemento.


Peine de fusil


Tras los objetos citados se entiende que se empleara tal palabra dentro de un contexto amenazante.
Esta expresión ha llegado hasta nuestros días con el significado conocido.

martes, 6 de agosto de 2013

Origen de la expresión "Tirar los tejos"

Este término lo empleamos para expresar la insinuación del interés que tenemos hacia alguien o la acción para mostrarlo; en una palabra más comúnmente usada: Ligar. Por ejemplo: "Iván le tiró toda la noche los tejos a Marta, creo que ella no estaba por la labor". Existen varios derivados de dicha expresión: "Tirar los trastos", "echar fichas", etc.

Existen un par de teorías sobre la procedencia de dicho uso, una de ellas (la más extendida), nos lleva a un antiguo juego llamado "tejo", que consistía en el lanzamiento de trozos de teja (tejos), con el objeto de derribar un palo que se fijaba en el suelo previamente. Este juego se solía organizar en plazas y parques donde los viandantes tenían la oportunidad de presenciarlo. Los chavales, aprovechando la afluencia de algunas chicas entre los espectadores, tiraban los tejos cerca de ellas para así entablar conversación y flirtear con ellas.
Existen variantes del tejo originario que se juegan mayormente en países hispano hablantes. Otro juego que emplea tejos es la conocida "rayuela" (Ver "a pies juntillas").
Otra de las teorías nos lleva a una tradición de los antiguos pueblos celtas, los cuales empleaban  ramas de tejos (en este caso de los árboles llamados así) como elemento decorativo en las festividades. Parece ser que cuando los pretendientes tenían interés por alguna chica, colgaban dichas ramas en las puertas de sus casas.
Como tantas otras veces, con el tiempo, el significado inicial fue variando hasta adoptar el tratamiento que hoy en día se le da.

Palo y tejos empleados en el juego de la "tanguilla", derivado del "tejo".