lunes, 19 de enero de 2015

Origen de la expresión: "Tener sangre azul"

Empleamos este modismo para referirnos a alguien de linaje noble o aristocrático. También se suele emplear el término "príncipe azul", procedente del arquetipo de antiguos cuentos infantiles, en el que se describía un modelo masculino idealizado en la figura de salvador de la protagonista.
Ejemplo: "Durante la Edad Media, era preciso descender de familia de sangre azul para poder optar al trono". 


Blancanieves, los siete enanitos y su príncipe azul.
Una de las principales teorías del origen de la expresión nos lleva al periodo medieval, en el que varios de los trabajos eran manuales y realizados a la intemperie, tales como la labranza, ganadería, etc. Las personas que desarrollaban estas labores estaban más morenas por el sol. La realeza, ajena a dicha exposición, tenía la piel más blanca, y se podían apreciar en ellos las venas con el característico tono azulado a través de la piel, lo cual dio pie a la expresión.

Arcoiris formado por la luz incidiendo en las gotas de agua como un prisma
Este efecto visual es producto de la manera en la que nosotros percibimos los colores, condicionada por la longitud de onda que influye al reflejar un color. De la misma forma que un prisma, descompone la luz blanca en un abanico de colores en función de dicha longitud de onda, un objeto absorbe todo ese abanico de colores excepto el de la onda que emite, que es el que apreciamos.
En el caso de las venas, la forma en la que la luz incide en la piel en ciertas zonas, hace que el color rojo sea absorbido por éstas, reflejando a su vez la longitud de onda mas corta, basada en tonos azulados.

Diversas enfermedades circulatorias causan cianosis, lo cual potencia este efecto.
Con el paso del tiempo esta expresión ha llegado a nuestros días con el significado conocido.