Usado como "Me la trae al pairo" denota que algo o alguien nos es indiferente, nos da igual, nos mantiene inmutables.
Su origen proviene del código naútico donde "poner al pairo" o "pairar" es una maniobra en la que mantenemos la embarcación estática con respecto al fondo, si existe marea de arrastre implicaría mantenerlo cara a proa y con poca superficie de velas para contrarrestar el impulso y así quedarse en la misma posición.