jueves, 26 de enero de 2017

Origen de la expresión: "Bailar el agua"

Se emplea este modismo para referirse al acto de hacer lo que se supone que es grato para alguien. Coloquialmente podríamos definirlo como "hacer la pelota". Por ejemplo: "Mira cómo le baila el agua Andrés al jefe, ése quiere un aumento de sueldo".

Según Sebastián de Covarrubias en su célebre libro "Tesoro de la lengua castellana o española", el origen de esta expresión procede de la antigua costumbre de "las criadas", en la época estival, de echar agua al suelo de los exteriores de las casas para que cuando los "amos" regresaran, el ambiente estuviera refrescado. Cuando lo hacían, el agua zigzagueaba por los adoquines o baldosas pareciendo que bailara.

Extracto del "Tesoro de la lengua castellana o española" 1611
Con anterioridad, en el capítulo IV del Quijote, encontramos una referencia que refuerza el sentido de la procedencia citada: "Aviso a mi señor que [...] en lo que tocare a su limpieza y a su regalo [...] yo le bailaré el agua delante".

Con el tiempo, ese hecho modificó su significado hasta alcanzar el sentido que hoy en día le damos.