Empleamos este giro para referirnos a la etapa en la que se pasa de la niñez a la adolescencia. También es usado para describir irónicamente un comportamiento que recuerda a esa fase pero en un adulto. Por ejemplo: "Vaya semanita me está dando mi hijo mayor, parece que sigue en la edad del pavo".
En la etapa citada, el comportamiento de algunos adolescentes es cambiante, las hormonas comienzan a hacer de las suyas y las alteraciones de humor están a la orden del día. La conducta social varía en algunos casos drásticamente y se tienen reacciones que antes eran desconocidas como la de ponerse rojo al sentir vergüenza. Además la transformación corporal se acentúa enormemente.
El pavo, igualmente, es un animal muy sensible a los cambios del entorno, clima, luz, ruidos, etc. a los que responde con reacciones inesperadas, graznidos descontrolados... Si añadimos a esto la desproporción corporal que tienen y el color rojo de sus apéndices en la cabeza, encontraremos las similitudes que han hecho que se relacione este animal con la pubertad.
Se desconoce desde cuándo se empezó a usar esta expresión, pero ha llegado a nuestros días con el significado conocido.
Muy buena explicación
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