viernes, 25 de noviembre de 2016

Origen de la expresión "No venir ni el Tato"

Empleamos este modismo para indicar la falta de afluencia de gente a un evento, espectáculo, etc. Por ejemplo: "Vaya éxito de concierto, pff. No ha venido ni el Tato".

"El Tato" era el apodo que recibió Antonio Sánchez, un torero sevillano que ejerció como tal en la segunda mitad del Siglo XIX.
Era muy querido por la afición y valorado por su estilo con el volapié (forma más utilizada para matar a los toros con el estoque). Tal era ese reconocimiento, que en la época se empleaban expresiones como "A ese no le mata ni el Tato" o "Anda y que te mate el Tato".

Además, era un asiduo de los carteles de festejos taurinos, tanto, que era extraño que se perdiera un evento. 
Su fama se acrecentó tras una cogida que hizo que le amputasen una pierna, dado que a los dos años intentó volver a los ruedos con una ortopedia, sin embargo, tuvo que desistir porque quedaba vendido ante el toro.
Tal asiduidad y fama se vio reflejada en el uso popular de la la expresión comentada y como tal ha llegado a nuestros días.

Antonio Sánchez "El Tato".
 

sábado, 3 de septiembre de 2016

Origen del término "Edad del pavo"

Empleamos este giro para referirnos a la etapa en la que se pasa de la niñez a la adolescencia. También es usado para describir irónicamente un comportamiento que recuerda a esa fase pero en un adulto. Por ejemplo: "Vaya semanita me está dando mi hijo mayor, parece que sigue en la edad del pavo".

En la etapa citada, el comportamiento de algunos adolescentes es cambiante, las hormonas  comienzan a hacer de las suyas y las alteraciones de humor están a la orden del día. La conducta social varía en algunos casos drásticamente y se tienen reacciones que antes eran desconocidas como la de ponerse rojo al sentir vergüenza. Además la transformación corporal se acentúa enormemente.

El pavo, igualmente, es un animal muy sensible a los cambios del entorno, clima, luz, ruidos, etc. a los que responde con reacciones inesperadas, graznidos descontrolados... Si añadimos a esto la desproporción corporal que tienen y el color rojo de sus apéndices en la cabeza, encontraremos las similitudes que han hecho que se relacione este animal con la pubertad.


Se desconoce desde cuándo se empezó a usar esta expresión, pero ha llegado a nuestros días con el significado conocido.


viernes, 4 de marzo de 2016

Origen de la expresión: "Ser cabeza de turco"

Se utiliza este modismo cuando se pretende culpar a alguien de todo con el objeto de exculpar al resto. Por ejemplo: "El único condenado fue el maquinista con dos años de prisión, los directivos quedaron libres. Sirvió como cabeza de turco en el accidente ferroviario del año pasado".

En la Edad Media, comenzando en el año 1095 y  durante casi 200 años, se desarrollaron una serie de conflictos armados principalmente contra los musulmanes, destinados a recuperar el control de los territorios ocupados conocidos como "Tierra Santa" (aquellos donde se desarrollaron acontecimientos bíblicos).
Estos conflictos llamados "cruzadas" (por la cruz que los soldados se cosían en sus atuendos) tuvieron especial crudeza contra los turcos selyúcidas. Tal era aquella animadversión, que se les culpaba de todos los males, incluso del clima, de las plagas, etc. haciéndoles decapitar (ya fuera mediante juicios rápidos o en los combates armados) y exponiendo sus cabezas en sitios públicos o murallas como escarmiento al resto.

Hoy en día esta expresión ha llegado hasta nuestros días con el significado conocido.

Combate de cristianos y musulmanes en las cruzadas

lunes, 11 de enero de 2016

Origen de la expresión "Tener buen (o mal) humor"

Entendemos por estar de buen o mal humor a la predisposición en nuestro comportamiento para estar alegre y mostrar complacencia o ser negativo y mostrarse irritado respectivamente. También podemos usar los giros: "tener un humor de mil demonios", "estar de un humor de perros" y similares, para expresar, en este caso, enfado más o menos duradero. Por ejemplo: "A Enrique no le concedieron el aumento de sueldo y lleva todo el día con un humor de perros".

Desde los tiempos de griegos y romanos hasta la llegada de la medicina moderna (mediados Siglo XIX) se adaptó la llamada "teoría de los cuatro humores", la cual mantiene que el cuerpo humano está compuesto por cuatro sustancias llamadas humores (líquidos): bilis, bilis negra, sangre y flema. Según esta teoría, la variación de estos líquidos modificaba el estado de ánimo y la salud de las personas y estos cambios de producían por la alimentación y la actividad de cada individuo.
Los estudiosos de esta teoría mantenían que las personas que tenían mucha sangre eran más propensas a la sociabilización, las que tenían flema eran calmadas, las de la bilis eran coléricas  y finalmente las personas con elevados índices de  bilis negra destacaban por su melancolía. Para equilibrar los humores y sanar a la gente se realizaban sangrados, cortes en diferentes zonas corporales, se aplicaban ungüentos, ingesta de hierbas, etc.

De aquella teoría se generó dicha expresión, en función de si el humor tenía una influencia negativa o positiva en las personas y con el significado conocido ha llegado a nuestros días.

Diferentes arquetipos según los humores.