Usamos este modismo para indicar que hemos pasado una muy mala noche, generalmente durmiendo. Por ejemplo: "He tenido una noche toledana, el vecino no paró de hacer ruido".
Su procedencia data del año 812 y fue debido a un hecho truculento que aconteció en la ciudad castellano manchega de Toledo.
Gobernaba Jusuf-ben-Amru dicha ciudad y lo hacía comportándose como un auténtico tirano: secuestraba doncellas para su disfrute y ejecutaba a todo aquel que discutía su comportamiento. Las revueltas de los ciudadanos no se hicieron esperar. En el intento del gobernador toledano de extinguir las protestas fue apresado y finalmente asesinado. Este acontecimiento llegó al oídos del Califa, quien a su vez se lo comunicó al padre de Jusuf, el cual pidió poder enmendar los errores de su hijo y recuperar el honor familiar haciéndose cargo del control de la ciudad.
Amru, padre del antiguo gobernador, rigió la ciudad con respeto y saber hacer ante sus súbditos, incrementando la confianza de los nobles de la ciudad, temerosos inicialmente de las represalias de éste. Todo fue un engaño urdido para su venganza y convocó a todos los ilustres de la capital a una cena multitudinaria. Mientras iban entrando, los comensales eran apartados y decapitados arrojando los cuerpos a un foso. A la mañana siguiente, las cabezas de los caballeros, fueron expuestas en las almenas de la residencia de Amru para el horror de los ciudadanos.
La expresión ha llegado hasta nuestros días desde aquel terrible hecho, con el significado anteriormente descrito.
Gracias, interesante y esclarecedor.
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